AVISO

Osteopatía Barbastro es un centro parasanitario. La osteopatía está reconocida internacionalmente como una especialidad con identidad propia dentro de las aplicaciones que pretenden fomentar un mejor funcionamiento del organismo. Según la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), la osteopatía puede ser practicada por personal sanitario como terapia complementaria a su especialidad, y también por personal no sanitario de manera específica por osteópatas con formación reconocida por los organismos competentes. En Osteopatía Barbastro estamos avalados por nuestra formación cumpliendo los estándares exigidos a nivel europeo recogidos en la Norma UNE EN 16686 de 2015 sobre la prestación de asistencia en Osteopatía. No tratamos enfermedades, lesiones o patologías, nos dedicamos a intentar ayudar a las personas a disfrutar de una mejor calidad de vida gracias a la osteopatía y sus aplicaciones.

Vendaje neuromuscular

En los últimos años se ha ido popularizando un tipo de vendaje de llamativos y variados colores. Cada vez es más común encontrar deportistas e incluso personas sedentarias que portan esas tiras de colores. Pero, ¿qué son estas tiras y para qué sirven?



El denominado vendaje neuromuscular es una técnica con unas sólidas bases anatómicas y fisiológicas que se utiliza como método terapéutico y también en el ámbito de la recuperación deportiva. Este tipo de vendaje tiene unas características particulares que lo hacen diferente del resto de métodos que utilizan una venda para su aplicación. Tan diferente que su finalidad es completamente opuesta a la de  los vendajes tradicionales.
Los vendajes tradicionales, ya sea el completamente rígido con yesos y férulas fijas o el taping funcional con venda inelástica, buscan restringir toda o parte de la movilidad de una o varias estructuras del organismo para favorecer, supuestamente, su recuperación tras un agresión más o menos grave. Pero estas inmovilizaciones totales o parciales tienen no pocos efectos secundarios indeseables, muchas veces más graves que la propia lesión. (http://osteopatiabarbastro.blogspot.com.es/2013/08/lesion-aguda.html) 
Precisamente estos efectos derivados de la reacción del organismo a la situación creada con esas prácticas fueron los que llevaron a la conclusión de que en los procesos de recuperación es mejor favorecer la funcionalidad y los recursos propios de regeneración que el organismo posee en lugar de inmovilizar sin más.       
                                
El estímulo circulatorio que provoca el movimiento y la contracción muscular, así como la regeneración tisular funcional son los dos mayores beneficios que aporta la introducción de métodos de movilización controlada en la recuperación de estructuras que han sufrido cualquier agresión. Y es precisamente este el objetivo del vendaje neuromuscular a través de las diferentes técnicas de aplicación con las que se pueden colocar las famosas vendas de colores.
Son vendas elásticas, muy finas, cuya finalidad precisamente no es la de sujetar ni limitar ningún tipo de movimiento. Justo lo contrario, intentan favorecerlo sin restringirlo, creando a la vez una facilitación dirigida hacía un estado de mayor equilibrio. Combinando el posicionamiento del tejido a tratar, el estiramiento o no de la venda, el lugar desde donde comenzamos a colocarla y la alternancia de espacios con venda y sin venda, el profesional busca estimular y facilitar procesos como el drenaje local por pura mecánica, la predisposición a la  relajación o a la tonificación de la fibra muscular a través del entramado neuromuscular, o el posicionamiento libre y mucho más funcional de tejidos como ligamentos, tendones o fascia a través del estímulo en los mecanoreceptores. También se pueden aplicar técnicas dirigidas a estructuras y funciones no directamente relacionadas con el aparato locomotor. La venda en sí misma no tiene ningún efecto específico. Es la técnica en su colocación la que intenta provocar la respuesta a nivel orgánico.
Las vendas son todas iguales, independientemente de su color, salvo que se quieran seguir los principios de la cromoterapia. Pero esto no debería afectar a todo lo descrito anteriormente. Hay diferentes calidades y variedad de marcas, algunas con añadidos particulares que poco tienen que ver con su finalidad terapéutica principal. En general las de mayor calidad tienen un efecto de unos 5 a 7 días ya que pierden en ese tiempo sus características mecánicas y con ellas la capacidad de continuar estimulando. La mayoría son resistentes al agua y se pueden mojar, pero no solamente se pueden utilizar una vez y si se despegan ya no se pueden volver a pegar.
Para cualquier aplicación de este tipo de venaje se ha de tener muy claro el objetivo por el que se coloca, conocer la técnica apropiada en función del tejido donde vamos a realizar la actuación y  que es lo que queremos estimular con la venda, además de tener una buena formación y  conocimientos en anatomía y fisiología.
El vendaje neuromuscular se enmarca dentro de los métodos terapéuticos y de recuperación no invasivos que tratan de potenciar los recursos del organismo, favoreciendo su equilibrio y funcionamiento global con estímulos leves y mantenidos como forma de inducir cambios adaptativos progresivos.
                                                                                                                                    




   

 

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