AVISO

Osteopatía Barbastro es un centro parasanitario. La osteopatía está reconocida internacionalmente como una especialidad con identidad propia dentro de las aplicaciones que pretenden fomentar un mejor funcionamiento del organismo. Según la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), la osteopatía puede ser practicada por personal sanitario como terapia complementaria a su especialidad, y también por personal no sanitario de manera específica por osteópatas con formación reconocida por los organismos competentes. En Osteopatía Barbastro estamos avalados por nuestra formación cumpliendo los estándares exigidos a nivel europeo recogidos en la Norma UNE EN 16686 de 2015 sobre la prestación de asistencia en Osteopatía. No tratamos enfermedades, lesiones o patologías, nos dedicamos a intentar ayudar a las personas a disfrutar de una mejor calidad de vida gracias a la osteopatía y sus aplicaciones.

El masaje



El  masaje es una técnica manual con la que se trata de tonificar o relajar los llamados tejidos blandos del organismo como son músculos, tendones, ligamentos y fascia principalmente, aunque su efecto se aprecia también en todas las demás estructuras. En ocasiones se llama masaje a toda terapeútica que toca con las manos al paciente y realiza determinado tipo de maniobras.
Los profesionales de la osteopatía realizan el masaje como complemento a su objetivo de relajar y soltar el tejido para facilitar la posterior corrección de la disfunción que pueda estar causando los síntomas.
Pero a la vez es una manera de mantener activa la sensibilidad manual que permite la exploración del tejido en particular y del organismo en general.



Un masaje no es necesariamente siempre terapéutico ya que podemos utilizarlo, por ejemplo, como descarga tras una actividad física o intelectual intensa o como tonificador y recuperador tras un periodo largo de inactividad o inmovilización. También es muy utilizado en el mantenimiento de estructuras más vulnerables a las sobrecargas como la espalda y el cuello. No podemos olvidar que muchas disfunciones estructurales son consecuencia de tensión mantenida en nuestros tejidos.



El masaje puede ser muy intenso o de una enorme sutileza, por lo que puede ser recibido por cualquier persona y en cualquier circunstancia, salvando las escasas contraindicaciones que un buen profesional siempre va a tener en cuenta.

Unas manos expertas que aplican un masaje no solamente realizan repetidos gestos mecánicos, también sienten lo que están palpando, tanto a nivel superficial como profundo, y estas sensaciones marcan en todo momento el ritmo, la intensidad, la presión y la dirección en la que se van a mover con lo que cada masaje se convierte en acto único e irrepetible adaptado a cada persona y situación.

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